Todo era normal en la oficina de objetos perdidos, hasta que de repente ese día se convierte en una autentica locura. El teléfono no para de sonar, un fenómeno extraño recorre toda la ciudad , la gente no para de perder cosas. Los perros sus pulgas, los músicos el ritmo, los niños la imaginación. La luna en uno de sus giros se ha salido del rumbo y se aleja cada vez más de la tierra. Eso empieza afectar directamente al comportamiento de la gente que cada vez pierde mas cosas y cada vez adopta conductas mas disparatadas y divertidas. Nuestros intrépidos oficinistas al identificar el problema, no dudan ni un segundo en ponerse manos a la obra. Tendrán que encontrar la Luna y conseguir que vuelva a su lugar de origen. Con tan solo los elementos de una oficina, el ingenio y la música en directo. ¿Conseguirán nuestros intrépidos oficinistas salvar al mundo de la Locura?.
Los peques lo han pasado fenomenal bailandando, aplaudiendo y participando. De vuelta al cole me han dicho que querían volver otra vez...jejeje... ¡Son auténticos!
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